Después de 16 años, la banda británica regresó con un concierto demoledor que combinó nostalgia, energía y una comunión absoluta con el público argentino.
Oasis volvió a la Argentina y el tiempo pareció plegarse sobre sí mismo. En un estadio encendido desde temprano, el dúo recuperó ese fulgor que marcó a generaciones enteras: guitarras filosas, himnos coreados a pulmón y esa mezcla de arrogancia, mística y nostalgia que solo ellos pueden sostener.
La noche avanzó entre clásicos que despertaron memorias colectivas y un público que no solo cantó: celebró un reencuentro largamente esperado. Cada acorde sonó como un puente hacia una época donde el britpop dominaba el mundo y la música tenía una forma distinta de abrazarnos.
Con potencia, oficio y momentos de pura comunión, Oasis firmó un regreso que se sintió histórico: un recordatorio de por qué sus canciones siguen siendo refugio, bandera y estallido emocional para millones.
Redacción: Melody Lucero
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